3. Leche de hetero

Yo tardé en contestar, la verdad es que no me atraía en absoluto el culo de mi amigo. Solo de pensar en su boca se me ponía dura pero no igual con la idea de su ano. Sabía que no sería capaz pero aún así seguía queriendo que mi amigo me prestara sus labios para vaciar mis llenos huevos.

Decidí aceptar la propuesta con la intención de correrme en su boca antes de tener que meterla en su culo, seguramente se enfadaría pero se le pasaría rápido. Al recibir mi ok me invitó al instante a su casa, me avisó que estaba su madre tomando el sol pero que en un rato se marcharía. "Nos fumamos unos porros y cuando ella se vaya empezamos" recuerdo que me dijo.

Me pareció un buen plan, sabía que a su madre no le importaba que fumáramos en su casa. Ella era una buena mujer que siempre me había parecido muy atractiva pero que era tan dulce y cariñosa que jamás sentí interés sexual como sí había hecho con madres de otros amigos. En aquella época era un verdadero pajero y aún teniendo novia me masturbaba a diario.

Al poco rato ya estaba en el sofá de su habitación con el mando de la Play en mis manos, Pablo estaba sentado a mi lado con un porro en una mano y mi polla en la otra. Estábamos impacientes y él no se pudo resistir a sobármela por debajo del pantalón pese a que se podía oír a su madre caminar por el pasillo de vez en cuando.
Yo la tenía morcillona y permanecía atento al videojuego mientras Pablo me la acariciaba y me daba caladas del porro como si quisiera asegurarse de que yo estaba bien fumado. Pero tanto fue el cántaro a la fuente... Su madre tocó unas escuetas tres veces a la puerta antes de entrar a la habitación, a Pablo apenas le dio tiempo a poner un cojín encima de mi paquete pero sin retirar la mano de mi polla. Ella iba con un escueto bikini con las tiras del mismo caídas por debajo de sus hombros pero todo enrollado por una toalla.

- Pablo, al menos podrías abrir las ventanas si vas a fumar.- dijo su madre dirigiéndose a abrirlas- Tu habitación es una pocilga.- concluyó antes de agacharse a recoger una camiseta del suelo.

Al hacerlo la toalla se abrió leve pero suficientemente para enseñarme un primer plano de las tetas de la madre de mi amigo apretadas entre sus brazos, jamás había caído en que las tuviera así de grandes y apetitosas.

Mi polla reaccionó al instante creciendo y endureciéndose debajo de la mano de Pablo el cual la apretó para hacerme ver que sabía lo que estaba pasando. Su madre nos dijo que si iba a duchar y se marcharía rápidamente ya que llegaba tarde y a los pocos segundos pudimos oír el tranquilizador sonido del agua caer en el cuarto de baño. Pablo bajó las persianas dejando la habitación solo iluminada por la tele.

- ¿Qué pasa, te gustan las tetas de mi madre?- me preguntó inquisitivamente mientras me daba de fumar por enésima vez.

- ¿Eh?- dije yo que ya iba bastante colocado

- Cuando mi madre ha entrado y se ha agachado se le ha visto todo, tu polla se ha puesto como un misil al instante.- me inculpó bajándome los pantalones hasta las rodillas.

- ¿Estás celoso o te molesta por que es tu madre?

- Es más porque es mi madre,- me dijo admirando mi erguido mástil- pero si pensar en ella te pone así de duro a mi me sirve.

Devoró el mismo pene que su madre había endurecido y se dio un atracón a su costa mientras yo, con los ojos cerrados, me lo daba imaginariamente con aquellas tetas. Me encendía imaginar que aquella situación pudiera darse, que de golpe su madre entrara y me pusiera sus tetazas en la boca mientras su hijo me la comía. La imaginaba a su lado enseñándole como le tenía que chupar la polla a su amigo hetero y también poniendo su cara pegada a la de su hijo para recibir en familia la buena lefada.
 
Sin saberlo le había agarrado del pelo en la vida real mientras me follaba su boca con mis caderas lenta pero profundamente. De golpe tres toques en la puerta casi me provocaron un infarto, Pablo se incorporó al momento justo antes de que su madre dijera, sin entrar, que se marchaba.

- La verdad es que tu madre está muy buena,- le dije yo intentando romper la tensión- ya sé de donde has sacado esos labios.

- Uhm seguro que yo la chupo mejor que ella,- dijo algo celoso volviendo al pilón- y estoy seguro de que mi culo es mejor.

- Bueno podrías proponerle comprobarlo, a mi no me importaría daros polla a los dos.- le dije yo acariciándole escuetamente la mejilla- En familia.

Acompañé esas palabras agarrando su cabeza y empujando hacia abajo una y otra vez hasta que conseguí que se la tragara entera. Cuando lo liberé y se recuperó me preguntó si recordaba la condición que me había puesto y yo, tras hacerme el loco durante un rato, le admití que no me veía capaz. Él pudo notar como me desinflaba al hablar de ello.

- Creo que tengo remedio para eso, ahora vengo.- me dijo levantándose del sofá y saliendo de su habitación.

Regresó al minuto con un portátil antiguo y una pequeña bolsa de papel. Me explicó que sus padres, además de hacer intercambio de parejas y ser muy abiertos en temas sexuales, no tienen ni idea de informática. Siempre tenía que eliminar los virus de su ordenador y que en eso había hecho unos descubimientos en forma de fotos que jamás quiso haber visto.

Abrió una carpeta que tenía una fecha por nombre y en ella habían decenas de fotos sugerentes de su madre, me cedió el pc mientras volvía a sus quehaceres orales. Se notaba que no quería darme mucha caña por lo que se limitó a lamerla y besarla con paciencia mientras yo alucinaba con las tetas que tenía su madre.

Pasado un rato noté como Pablo se incorporaba dejándome la polla empapada y palpitando, me indicó que abriera la segunda carpeta mientras agarraba la bolsa. Las nuevas fotos eran de otro día, allí su madre aparecía solo con unas braguitas de lencería rojas. En muchas de las imágenes se le podía ver el coño y el ano a la perfección.

- Cuando llegues a la última... bueno, ya sabes.- dijo tímidamente antes de taparse completamente con la manta.

Disfruté de cada una de las imágenes hasta que llegué a la última, en ella aparecía su madre a cuatro patas apartándose las braguitas para enseñar sus orificios mientras miraba a cámara.

- Ya he llegado a la última.- dije yo algo nervioso

- Ven y aparta la manta todo lo que... necesites.- dijo él moviendo lo que parecía que era su culo.

Me levante y me puse delante del bulto de la manta colocando el pc en la estantería que había encima del sofá, con la mano temblorosa descubí poco a poco su culo solo lo justo para mostrar sus nalgas enmarcadas en las braguitas rojas de su madre.

La oscuridad y la cercanía de la foto de su madre al culo de Pablo me ayudó a mantener la concentración, además sus nalgas eran muy suaves al tacto de mi polla. Las aporreé durante un rato hasta que le di la señal para que se abriera el culo, dos manos aparecieron de debajo de la manta abriendo sus nalgas y dejándome su agujero a mi entera disposición.

La única luz que había era la del portátil que me daba directamente a los ojos por lo que me costó encontrar el agujero pero Pablo me ayudó ansiosamente apuntándose mi polla directamente en la diana. Pasaron unos segundos hasta que pude superar la impresión de tener la punta de mi polla rozando con el ano de mi amigo pero lo conseguí.
Imaginando que era el culo de su madre empecé a disfrutar el ir abriendo poco a poco aquel pequeño orificio haciendo juego con mi herramienta, antes de lo que pensaba ya tenía casi media polla en su culo y ya tenía margen para empezar a percutir.

- Espero que le cuentes a tu madre lo bien que podría follármela.- dije antes de empezar a embestir.

Él no contestó, se limitó a intentar censurar sus gemidos. Se notaba que me lo quería poner bien fácil y la verdad es que lo consiguió puesto que a los pocos segundos yo ya estaba en mi propio mundo imaginario follándome brutalmente a la madre de mi amigo mientras éste, en el mundo real, se aprovechaba de ello.
El palmeteo de mi abdomen contra sus nalgas se repitió durante largos instantes. Pese a que la tenía bien dura y que estaba disfrutando del culo de mi amigo todo se estaba alargando demasiado y ya tenía la sensación de poder seguir así durante días sin llegar a correrme, seguro que a Pablo no le importaba pero yo ya estaba exhausto y con ganas de utilizar su boca para soltar mi carga. Mi eterna maldición.
De un manotazo aparté la manta liberando a Pablo y, alargando el brazo, le agarré el pelo y le coloqué tumbado en el sofá boca abajo y con la boca hacia a mi.

- Ahora vas a poder saborear tu culo antes de tragarte mi lefa.- le dije mientras buscaba en el pc una foto de su madre en la que pidiera leche.

Él parecía estar en trance y se limitaba a no hacer nada y obedecer, rápidamente ya recibía la visita de mi glande en sus labios antes de recorrer el viaje con destino a su garganta. Puse mi mano su cuello y en seguida pude notar mi polla moviéndose alli dentro, cerré por enésima vez los ojos y me enfoqué en imaginar que era la cabeza de su madre la que me estaba follando. No me costó en correrme a diestro y siniestro a oscuras pero con la sensación de haber llenado la habitación de leche.
Al encender la luz vi a Pablo sin moverse, seguía tumbado en la misma posición con el culo en pompa y la cabeza en el sofá. Su cara tenía numerosas lineas grueas y blancas que se alargaban hasta salpicarlo todo, sus ojos seguían en trance.

- Bueno yo me voy ya que tengo un poco de prisa.- mentí yo mientras me vestía.

La realidad es que al encender la luz y ser consciente de lo que había hecho me dió un bajón enorme y ya no tenía la excitación que me empujaba hacía unos minutos.
Él no contestó, ni siquiera se despidió de mi cuando me fuí. Recuerdo que aquella noche me costó dormir, en parte porque me sentía muy raro al recordar lo que había pasado, pero también porque al hacerlo me empalmaba al instante.